Los abatidos asistían a un velatorio en el Estado mexicano de Michoacán. La Fiscalía asegura que no ha encontrado víctimas y que el sitio estaba recién lavado. Estos fueron los hechos según las autoridades mexicanas.
Cuando ya parece que no hay formas de imaginar algo peor para acabar con la vida de la gente, surge un nuevo capítulo en México. En esta ocasión, un video casero muestra la llegada supuestamente a un velatorio de dos furgonetas blancas este domingo en San José de Gracia, un pueblo de Michoacán. Suena música melódica de fondo, aunque no se sabe de dónde proviene exactamente. Aproximadamente una decena de personas están alineadas contra la fachada de una casa, como dispuestos, efectivamente, a enfrentarse a un pelotón de fusilamiento. Y así sucede. Un grupo de hombres armados se van apostando frente a la casita y se oyen los disparos, efectuados con armas largas. Cuando la grabación, efectuada desde una casa colindante, vuelve a la masacre se ve algunos de los últimos cuerpos caer al suelo entre una nube de humo de pólvora. Y ya no hay nadie contra la pared, todos se han desplomado.
Tras la viralización del video en redes sociales, la Fiscalía de Michoacán reconoció en un escueto comunicado que aunque se encontraron indicios de la masacre no había cuerpos de las víctimas. “En el sitio que se observaba recién lavado, no se localizaron víctimas; sin embargo, en una bolsa se encontraron envases de productos de limpieza. En el lugar se recolectaron cartuchos percutidos de armas de fuego. De igual forma, se aseguró una motocicleta y dos vehículos que tenían daños por disparo de arma de fuego”, dieron a conocer. Además, las autoridades han prometido más patrullajes en la zona, cercana al Estado de Jalisco, dos de los territorios más violentos de México en estos días en que poderosos cárteles se disputan su control. Apenas se cuenta con detalles, pero el vídeo, de un horror prácticamente inédito, muestra una escena de guerra sucia. Algunos medios locales indican que el número de muertos puede alcanzar las 17 personas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho este lunes en Palacio Nacional sobre el suceso que se continúa con la investigación de lo sucedido en el lugar donde se encontraron casquillos, manchas de sangre y bolsas con restos humanos, pero no cuerpos. El mandatario federal declaró que “desea con toda su alma” que no hayan sido fusiladas estas personas. En su habitual rueda de prensa, el Ejecutivo adelantó que en el transcurso de este día se dará a conocer más información. “El reporte que nos envió la Fiscalía de Michoacán es que no han encontrado cuerpos, sí hay evidencias de que hubo un enfrentamiento, hay casquillos, creo unos restos, pero no los cuerpos (…) ojalá y no sea cierto”, comentó.
El escenario es un callecita de pueblo, de casas bajas y tejados rojos, arbolado, repleto de automóviles, los de enfrente de la casa con las puertas abiertas. A pleno sol. Ni siquiera los velatorios son espacios de paz cuando se trata de ajustes de cuentas entre el crimen organizado. Las camionetas aparcan en la calle, cortan el acceso y a veces se oyen tiros. La muerte le abre paso a la muerte en una espiral de sangre y balas que en México parece no tener fin. A menudo se dice que los 100 muertos que se reportan de promedio al día le confieren características de un país en guerra. Nunca como hoy esa apreciación había tenido mejor reflejo. La forma de matar semejaba más un fusilamiento de un conflicto bélico que un altercado mortal entre bandas.
Carteles Unidos, Jalisco Nueva Generación, Caballeros Templarios y muchos otras bandas criminales llevan largo tiempo sembrando el horror en el Estado de Michoacán. La fértil tierra del Estado proporciona fenomenales rendimientos hortofrutícolas. Famoso es el aguacate, que se exporta en exclusiva a Estados Unidos. Pero no hay negocio que no acabe en manos del crimen. Las últimas amenazas sufridas por los calificadores estadounidenses de la fruta acabó con la paciencia del vecino del norte y mantuvo paralizada la recolección y exportación recientemente, con las consiguientes pérdidas millonarias. Michoacán es también un Estado de autodefensas, civiles que se arman para sofocar en la medida de lo posible la amenaza de los narcos, pero que, a la postre, no ha hecho más que continuar las masacres. El Estado también ha tenido sus episodios de cabezas cortadas en las discotecas, de hombres acribillados colgados de los puentes, un horror que después se ha vivido en otros lugares, como Zacatecas. El episodio de este domingo es una vuelta de tuerca más en el dibujo del infierno. El Ejército mexicano no alcanza a poner fin a esta guerra. Faltan muchos detalles sobre esta matanza. Solo se puede, por ahora, seguir contando muertos.
VIDEO CON IMÁGENES QUE PUEDEN HERIR SU SENSIBILIDAD
“El Pelón” tenía la advertencia de “El Toro” de no regresar a San José de Gracia, Michoacán
Las rencillas entre los miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ya tenían varios años antes de la masacre; el subsecretario de Seguridad Pública de la Secretaría de Gobernación, Ricardo Mejía Berdeja, negó que se haya tratado de un fusilamiento porque “no hubo una acción sincronizada”
MORELIA, Mich. (apro).- Alejandro N. “El Pelón” estaba amenazado por Abel N. “El Toro” o “El Viejón”, quien le había advertido que ya no se presentara en el pueblo San José de Gracia, Michoacán, debido a rencillas personales y familiares que los mantenían enfrentados desde varios años antes.
Tanto Alejandro como Abel son ubicados por el subsecretario de Seguridad Pública de la Secretaría de Gobernación, Ricardo Mejía Berdeja, como miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el segundo operaba en San José de Gracia y la región y el primero en un estado vecino.
Sin embargo, luego de la muerte de su madre, ocurrida el sábado 27, “El Pelón” acudió al día siguiente al velorio, alrededor de las 15:30 horas, acompañado de alrededor de 15 sicarios y un mariachi.
Según la versión difundida este martes por el funcionario federal en la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, al llegar “El Pelón” al lugar en que se desarrollaban las honras fúnebres de la mujer, sus familiares le recordaron las amenazas que había en su contra, pero él consideró que no habría problema.
Apenas habían pasado cinco minutos, alrededor de las 15:35 horas, cuando llegó “El Toro”, junto con un grupo de hombres armados a bordo de varias camionetas, quienes sometieron y desarmaron a “El Pelón” y sus acompañantes, colocándolos afuera de una casa en un portón, mientras revisaban vehículos a ver si no traían más armas.
Mejía Berdeja señaló, apoyándose en videos y fotografías, Alejandro ‘N’ alias ‘el Pelón, estaba haciendo llamadas para decir que el grupo de Abel ‘N’ se retirara del lugar.
“No obstante, ello no hay respuesta y Alejandro ‘N’ se acerca a donde está el otro grupo pidiéndole que no accione contra terceros y tratando de disuadir la comisión de algún ilícito; sin embargo, según refieren testigos, es el propio Abel ‘N’ quien dispara contra Alejandro ‘N’, privándolo de la vida. Y en ese momento, al haber los disparos, se origina una refriega donde previsiblemente hay otras personas privadas de la vida”.
Mostrando imágenes, el subsecretario negó que se haya tratado de un fusilamiento porque a su juicio “no hubo una acción sincronizada”.
Explicó: “Este es el lugar donde estaban colocadas las personas. Si ustedes pueden ver aquí, según lo que se pudo percatar en campo, estos son los indicios ahí de algunos impactos de arma de fuego. No se puede apreciar que haya habido una sola línea, es decir, esa tesis del supuesto fusilamiento, sino que, al estar los sicarios, al abrir fuego empezaron a disparar, pero no hubo, digamos, una acción sincronizada para cometer este ilícito. Después de este evento, aquí yace el cuerpo de Alejandro ‘N’, aquí se acerca uno de los elementos de Abel, ‘el Viejón’, a donde está el cuerpo”.
Y exhibió otras imágenes que explicó de la siguiente manera:
“Estos son indicios que se pudieron recopilar por parte de la fiscalía, evidentemente esto está bajo la cadena de custodia de la fiscalía de Michoacán; sin embargo, por transparencia se puede ver. Aquí fue donde fueron los impactos. Ahora bien, aquí hay algunos restos de emasculaciones hemáticas que, no obstante que trataron de borrar ahí con aparatos, con agua, para tratar de borrar evidencias, quedaron todavía algunos vestigios”.
El funcionario refirió que el móvil que las autoridades tienen ubicado es “una posible venganza entre grupos vinculados a la delincuencia organizada que dependen de la misma estructura criminal, conocida como cártel Jalisco Nueva Generación, es decir, una diferencia donde hay intereses también de carácter personal y familiar, entre la cabeza de dos células: uno que podemos ubicar como Alejandro alias ‘el Pelón’ y otro ubicado como Abel alias ‘el Toro’ o ‘el Viejón’, ambos oriundos de San José de Gracia con familias arraigadas en esa demarcación. En ese sentido, comentar que ambos pertenecieron, primero, al grupo conocido como Los Templarios y después al cártel Jalisco Nueva Generación”.
Contó que el día de los hechos aproximadamente a las 15:20 horas se celebraba el funeral de la señora Elisa, madre de Alejandro ‘N’, quien había fallecido a consecuencia de una enfermedad que fue deteriorándose.
“Ahí hay dos testimonios que refieren que hubo detonaciones de armas de fuego, que hubo un enfrentamiento, así lo refieren, a balazos entre grupos criminales que salieron a resguardarse, esconderse y que no pueden decir exactamente cuántas personas hubo fallecidas, pero sí refieren estos testimonios que después de la refriega pudieron ver que llegaron unas camionetas con máquinas para lavar los sucesos”.
Al explicar el origen del conflicto entre las dos familias, Ricardo Mejía indicó que Alejandro ‘N’ empezó a los 18 años, primero como ‘Z’, después como parte de La Familia Michoacana y Caballeros Templarios, se cambia después ya para la década de los 10 al CJNG y opera como jefe de territorio desde Tizapán El Alto hasta Mazamitla, en Jalisco; después conoce a Abel ‘N’ quien se incorpora y es reclutado por él para pertenecer a su organización criminal.
Alejandro ‘N’ es detenido por la policía de Mazamitla, recluido en el Cereso de Jalisco por delitos contra la salud y es finalmente recluido y sujeto a un proceso de carácter penal. En ese momento Abel ‘N’ empieza a tomar el control de la región de San José de Gracia y empieza a haber diferencias entre ellos y Alejandro ‘N’ vinculó con posterioridad sus actividades ilícitas a los estados de Jalisco y de Colima, aunque él seguía teniendo a su familia en San José de Gracia.
En 2018, añadió Mejía, el hermano de ‘El Pelón’, de nombre Ricardo, fue objeto de una riña en una cantina de San José de Gracia y fue privado de la libertad por órdenes de Abel ‘N’ cuando “El Pelón” estaba recluido y a él le atribuyen la desaparición de Ricardo, hermano de Alejandro y que, según testimonios, fue privado de la vida.
En diciembre de 2021, ya consolidado nuevamente Alejandro ‘N’ como jefe de territorio en otra entidad, no en Michoacán, como parte del grupo del CJNG, cobró venganza contra Abel y asesinó a su hermano José ‘N’.
Esto generó que Abel ‘N’ le hiciera llegar amenazas de que lo iba a asesinar y que por ningún motivo se presentara en San José de Gracia.
“Esto es importante porque, no obstante esta advertencia y señalar que cada vez que Abel ‘N’, que es vecino de San José de Gracia se encontraba con algún pariente de Alejandro ‘N’ le decía que iba a matar a este sujeto conocido como ‘El Pelón’, finalmente, el día del velorio Alejandro ‘N’ llega al funeral con aproximadamente 15 sicarios o gente que lo resguarda, que no se puede acreditar que sean originarios de esa región, llegan al velorio y la misma familia le cuestiona la llegada porque sabían las amenazas que tenía, y no obstante esto refiere Alejandro que ya tenía permiso, entre comillas, para poder presentarse al velorio”, detalló el funcionario.
Y a partir de entonces se desencadenaron los hechos en los que murió “El Pelón” y una cantidad indeterminada de personas que lo acompañaban, cuyos cuerpos, según la FGE habrían sido retirados por los propios agresores.
Ricardo Mejía hizo notar que sobre los hechos “no hubo un alertamiento, ni de la Presidencia Municipal, ni de la fuerza municipal de seguridad pública, que debió haber actuado como primer respondiente al tener conocimiento de los hechos, asegurar la escena y alertar a las autoridades”.
Fue después del conocimiento de los hechos, prosiguió, que la propia fiscalía, la Guardia Nacional, reforzada por la Secretaría de la Defensa Nacional, se trasladaron el mismo domingo 27 de febrero a la comunidad para constituirse y poder tener indicios, testimonios y empezar a desahogar las investigaciones.
“También es importante señalar que llama la atención, y es parte de la investigación que estos sujetos arriban al lugar de los hechos también con el instrumental para poder inyectar agua y tratar de borrar evidencias”, así como retirar los cuerpos, “lo cual es totalmente atípico y se va a investigar al respecto”.
Manifestó que Abel N. ya está imputado como probable autor material e intelectual de los hechos, de los que no se tiene certeza del número de víctimas, pero “ya empezaron a llegar algunas denuncias anónimas de posibles lugares donde pudieron haber depositado los cuerpos”.
Subrayó que “no hay ninguna denuncia al momento de vecinos de San José de Gracia sobre la desaparición de algún vecino de esa comunidad; todo lo que se ha venido a recabar es que Alejandro ‘N’ llega acompañado de personas, que son previsiblemente quienes algunos de ellos pudieron haber sido privados de la vida, pero que no eran originarios del lugar y que lo estaban escoltando”.
#Michoacan #Balacera #CJNG #Violencia #Mexico