El avance de Ómicron es imparable y está dejando record tras record de positividad en muchos paises.
A estas alturas, cada vez quedan menos personas que no hayan pasado el coronavirus desde el inicio de la pandemia. Desde la llegada de ómicron ha aumentado de forma exponencial la transmisibilidad. Ese factor junto a la navidad y reuniones ha hecho que los contagios se disparen. Raro es el grupo familiar o de amigos en el que no hay positivos.
Para frenar esta terrible situación, muchos se encuentran en el proceso de vacunación que ya llegó a los niños de 5 a 11 años.
En este contexto se ha informado, que los síntomas causados por Ómicron son muy similares a los de un resfrío o una gripe común: fiebre, dolor de cabeza y de garganta, tos y mucosidad.

Sin embargo y por suerte, parece que hay personas que se resisten a contraer el virus, incluso conviviendo con personas infectadas. Así, hay personas que parecen ser superresistentas al coronavirus, incluso sin estar protegido con ninguna vacuna y convivir de manera estrecha con el COVID.
De hecho, se da una circunstancia que suscita curiosidad. Por qué en una reunión de varias personas la mayoría se contagiaron y hay alguna persona que no. O por qué si en una pareja uno de los dos miembros es positivo y la otra persona no, pese haber tenido contacto directo.
A estas personas se los llama “Terminator del Covid“. La frase se refiere a todas esas personas que están demostrando una grandísima resistencia a los contagios por coronavirus.
La referencia se refiere a la película de 1984, dirigida por James Cameron y protagonizada por Arnold Schwarzenegger que describe una guerra en la que la humanidad lucha contra máquinas prácticamente indestructibles.
Un estudio liderado por la Universidad Rockefeller de Nueva York (EEUU) y llevado a cabo por investigadores de diez países busca analizar las características genéticas de estas personas superresistentes al Covid-19 para tratar de descifrar el mecanismo celular que las protege y poder replicarlo en fármacos para combatir la enfermedad.

De encontrarse y comprobarse, vendría a responder a la pregunta de si se puede convivir con el covid sin contagiarse, lo que se plantean todos aquellos que no se contagiaron a pesar de haber estado expuestos a la enfermedad sin ningún tipo de protección.
La hipótesis de los investigadores es que la llave que utiliza el virus para entrar en la célula “o no se expresan o se expresan de una forma diferente” en estas personas en comparación con el resto de la población y eso hace que sus células levanten una muralla infranqueable ante el virus que los hace inmunes. “Conocer estos determinantes genéticos podría ayudar a explicar no solo por qué algunos pacientes Covid-19 desarrollan enfermedad grave, sino también plantear posibles líneas de actuación contra el virus”, explicó el doctor Jesús Troya, del Hospital Infanta Sofía, de España.
El ambicioso estudio internacional, presentado en la revista Nature en octubre, espera arrojar sus primeras conclusiones en un plazo de seis a ocho meses, cuyos resultados podrían facilitar más el conocimiento del coronavirus, que fue el causante de una pandemia.

Con eso, esperan poder elaborar fármacos que consigan, por fin, frenar los contagios. La secuenciación de todos los datos se centralizará en el Instituto de Enfermedades Genéticas (Imagine) de París (Francia), cuyas características son las adecuadas para llevar a cabo este análisis.
Con los datos definitivos, el equipo científico busca avanzar en el desarrollo de tratamientos contra el covid ya que “encontrar esos cambios en el ADN en genes que facilitan la entrada del virus a las células o las primeras fases de multiplicación viral permitirá diseñar tratamientos específicos farmacológicos o de otra naturaleza que consigan cerrar la puerta de nuestras células al invasor viral”, señaló Aurora Pujol, jefa del Grupo de Enfermedades Neurometabólicas del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell).