David Fuller trabajaba como electricista en varios hospitales, donde cometió los terribles actos sexuales.
Un electricista británico admitió el asesinato de dos mujeres y decenas de vejaciones sexuales a cadáveres en morgues, un caso único en la historia judicial británica.
David Fuller, de 67 años, que trabajaba en varios hospitales, fue detenido a finales de 2020, tras pruebas de ADN de un nuevo tipo que lo señalaron como el principal sospechoso de dos asesinatos cometidos a finales de los años ochenta.
Durante este jueves, el acusado admitió en su juicio el asesinato de dos mujeres de 20 y 25 años, en 1987, en Kent (sureste).
También se le acusa de haberlas agredido sexualmente.
Antes del juicio, se había declarado culpable de otros 51 infracciones, incluidas 44 relacionadas con vejaciones ‘post mortem’, pero los investigadores estiman que hubo al menos 99 casos, 78 de las cuales fueron identificadas, incluyendo cuerpos de niñas y de mujeres mayores.
David Fuller has today pled guilty to murdering two women in Tunbridge Wells in 1987.
— Kent Police (UK) (@kent_police) November 4, 2021
He had earlier admitted 51 further charges relating to sexual offences, including the sexual assault of females at two mortuaries. https://t.co/XTXdNqIz40https://t.co/ekUg5QMq3Q pic.twitter.com/DqUz84Trg1
Se grababa cometiendo los aberrantes actos sexuales
En los allanamientos en su domicilio aparecieron discos duros “que revelan pruebas de prolíficos delitos sexuales de un tipo que ningún tribunal del Reino Unido había visto antes”, dijo la Fiscalía británica (CPS), en un comunicado.
”Entre 2008 y 2020, Fuller se filmó y fotografió a sí mismo abusando sexualmente de los cuerpos de decenas de mujeres y niñas en dos morgues del hospital Tunbridge Wells” en Kent, condado de Inglaterra, “a los que tenía acceso gracias a su trabajo como supervisor de mantenimiento”, indicó el comunicado.
David Fuller. This is what the English are all about, past, now and future pic.twitter.com/haPNmJHZwm
— Neven Samas (@books4you51) November 4, 2021
Las autoridades británicas quedaron atónitas
Los cargos que se le imputan fueron calificados como sin precedentes en la historia jurídica británica, según dijo Libby Clarck, de la CPS, quien cree que el hombre habría seguido actuando si no lo hubieran detenido.
El ministro de Sanidad, Sajid Javid, se mostró “profundamente conmocionado por el carácter incalificable” de lo ocurrido y pidió que se revise el acceso a los tanatorios y a las actividades ‘post mortem’, así como la legislación vigente.