La Novia de Blanco
El vestido blanco es un fenómeno bastante reciente. Antes se aceptaba casi cualquier color, incluso el negro. En las culturas celtas el color elegido era el rojo, para invocar la fertilidad. Hasta fines del siglo XIX, la mujer se casaba con sus mejores ropas domingueras, que podía volver a usar. La tradición del vestido blanco la inicio la reina Victoria para su boda con Alberto en 1840. Antes resultaba poco practico para el común de las novias. Como símbolo de pureza fue utilizado desde tiempo atrás por la realeza y las clases adineradas. María Estuardo de Escocia vistió de blanco en 1558 e ignoro la costumbre de la realeza francesa. El blanco solo se usaba en señal de duelo. Irónicamente, su esposo murió dos años después.
El Velo
Tiene diferentes asociaciones. Una es de protección contra los malos espíritus y el mal de ojo. Implicaba antiguamente también la sumisión de la novia a su esposo y le otorga el privilegio de levantarlo. Se lo ha considerado “paño protector” para los anglosajones y se sostenía sobre ambos novios, similar a la chuppah judía.
La Flores
En una época, las coronas de flores eran esenciales para ambos novios. Se elegían según su significado, azahar: fertilidad, rosas: amor, se combinaban con romero y salvia para el recuerdo y la sabiduría. Hasta el ajo para alejar los espíritus malignos. La flor en el ojal es lo que queda de la corona de flores para el novio.
Padrinos y Damas de Honor
En el mediterráneo las primeras bodas eran poco mas que un rapto, ya que la novia era sustraída de la familia. Hoy los padrinos o amigos que lo asisten son vestigios de los siglos V al X donde el novio contaba con secuaces para el rapto. El mejor amigo solía distraer a la familia. Las damas de honor se vestían igual, para formar un escudo protector y también mantener a raya a cualquier pretendiente vengativo o a ladrones que intentaran robar la dote. Antiguamente el novio sobornaba a las damas para robarse la novia, con regalos. De ahí la costumbre de hacer obsequios a las damas.
La Dote
El matrimonio era en general un arreglo económico para la unión de dos familias. De allí surgió la practica de la dote. En Europa era común este tipo de practicas entre la nobleza y la realeza, en general por motivos políticos y económicos.
El Anillo
Un circulo sin fin es símbolo de compromiso. Hace diez mil años en Sumeria la sortija servía para sujetar a una esposa que había huido. A partir de fines del siglo XVIII se comenzó a usar el sencillo anillo de oro. En la edad media las solteras perseguían a la novia arrancándole pedazos del vestido como talismán de la fertilidad. Pero como los vestidos comenzaron a ser costosos, las novias arrojaban distintos objetos como ligas o mas tarde el ramo. Una forma de “favorecer” la futura boda de las solteras y proteger la inversión en el vestido. Hasta el año 1700 el anillo se podía usar en cualquier dedo en Inglaterra, luego se hizo costumbre el dedo anular izquierdo. Los griegos fueron los primeros en usarlo en ese dedo, según la idea romántica de que por allí corría ” la vena del amor”. Los romanos usaban, el anular derecho porque creían que el izquierdo era de mala suerte.
La Torta de Boda
Antiguamente celebrar un banquete era suficiente para simbolizar la unión de una pareja. “El pan de la novia”, precursor de la actual torta, se partía sobre la cabeza de la novia para marcar el fin de su virginidad y asegurarle fertilidad. La cubierta de mazapán representa la unión de lo dulce y lo amargo, “en las buenas y en las malas”. Hacerla de varios pisos viene de la torre de varios niveles de la iglesia St.Bride´s de Londres. Beber juntos resultaba esencial. Las bebidas iban desde vino hasta una sopa que los novios tomaban del mismo cuenco. El brindis con vino endulzado con miel dio origen en el siglo XVI, a la frase “LUNA DE MIEL”. En principio esas vacaciones privadas servían para escapar de la ira del padre por la esposa raptada.
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