SINIESTRO EN NOCHEBUENA

Por: Keo Capestany
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Por razones de seguridad  Fidel Castro dormía en diferentes casas todas las noches.  En una de sus casas yo hice un nacimiento en 1958.  Allí vivía entonces una familia super-rica.  Era un sitio como los que llaman en inglés  un compound.  Los super-ricos ya no se conforman con palacios o mansiones,  ahora  viven en compounds.  Es una palabra de origen malayo, kampong originalmente.  Nuestra santa lengua no tiene, que yo sepa, una palabra precisa para tal concepto.  Creo que se diría “complejo de edificios” muy apropiada como residencia de los que tienen complejo de grandeza.

 Mi contacto para hacer el trabajo navideño fue porque la dueña de dicho sitio viajaba al extranjero a comprar sus regalos de Navidad y una tía mía se los envolvía y le cobraba $2.00 por paquete.  Eso cuando en Cuba entonces un expresso costaba cinco centavos. Yo era un estudiante y me ganaba un dinerito pascual haciendo nacimientos en casas particulares.  Me pidieron que también hiciera el árbol de Navidad y desafortunadamente acepté.

En el compound habían por lo menos dos edificios.  Uno la residencia principal y otro para los sirvientes que eran más de veinte. Mis almuerzos y otras necesidades biológicas tenían lugar en las facilidades de la servidumbre. Mis tratos fueron solamente con el mayordomo pues la señora ni me saludaba.

                                Tuve la desdichada idea de poner solamente luces en el arbolito usando bombillos azules de diferentes tamaños en vez de adornos,puse más bombillos de la cuenta y quedó lindo pero técnicamente desastroso,  provocó un siniestro.

                                   Dice el Credo que Jesucristo está sentado a la diestra de Dios Padre pero no menciona que haya alguien  sentado a su siniestra y es porque sería  siniestro decirlo.  Que la palabra siniestra sea siniestra denota prejuicio contra los zurdos lo cual está mal hasta en el paraíso.

                                  La palabra siniestro  significaba originalmente en latín buena suerte, futuro favorable pero cambió totalmente por la perniciosa influencia del griego.  Yo tengo prejuicio etimológico contra el griego pues usa palabras raras e impronunciables y ni siquiera se escriben con alfabeto normal como mandan la fe y las buenas costumbres.

                                       Yo pensaba que gracias a ese trabajo me iba a convertir en el artista navideño favorito de la aristocracia cubana pero mi estrella de Belén se esfumó literalmente y precisamente en Nochebuena cuando mi sensacional arbolito fue pasto de las llamas,  un siniestro causado por mi impericia eléctrica.  Mi padre contestó la airada llamada telefónica:

                                             –   El arbolito que diseñó su hijo se ha incendiado.

     – Señora, mi hijo es artista, no es bombero, llame a los bomberos.

                                               Una semana más tarde triunfó la revolución.  Yo pienso que poco después mi clienta pasó al exilio y su lujoso compound pasó a manos de Fidel.

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